Día Internacional de las mujeres. 8 de marzo de 2019. Aleeeeeeeeeeeeerta…

Aleeeeeeeeeeeeerta… Aleeeeeeeeeeeeerta… Que caminan las feministas por las calles de Lima y de Valencia. Y tiemblen y tiemblen los machistas, que España y América latina van a ser feministas.

Este año, a diferencia de los más de treinta años anteriores, a pesar de haber estado en las cuatro reuniones de la Coordinadora Feminista de Valencia ampliada (formada por organizaciones y grupos feministas, mujeres de distintos sindicatos, partidos y mujeres a título individual) para preparar la manifestación del 8 de marzo en Valencia, no acudí, estuve en la de Lima, cuántas similitudes y cuántas diferencias.

La Coordinadora feminista de Valencia, como cada año, organizó la manifestación en dos bloques; el primero no mixto, sólo de mujeres; el segundo mixto, de mujeres y hombres. La marcha de Lima estuvo organizada por la Coordinadora “Un Canto a la Vida” (integrada por más de 80 organizaciones feministas, de mujeres, afrodescendientes e indígenas, de diversidad funcional, LGBTIQ, viviendo el VIH, defensoras de derechos humanos, sindicatos y partidos políticos), organizó la marcha en cuatro bloques; en el primero iban las voceras de “Un Canto a la Vida”, sobrevivientes y víctimas de violencia; en el segundo, las organizaciones feministas, de mujeres y diversidades; en el tercero, las organizaciones mixtas (estudiantes, sindicatos, entre otros); y en el cuarto, los organismos del Estado y partidos políticos.

En Valencia, la marea lila anduvo tres kilómetros y medio, desde Colon-Xàtiva hasta las Torres de Serrano, donde se leyó el manifiesto y tuvo lugar la fiesta con música y canciones feministas. En Lima, la marcha multicolor recorrió casi dos kilómetros, desde el campo de Marte hasta la plaza de San Martín, donde se leyó el manifiesto y actuaron mujeres artistas (Merian, grupo Ambiente Criollo, Margot Palomino, Megali Luque, las hip hoperas Elena, Farrah y Wizzy, entre otras).

La manifestación de este año en Valencia, al igual que el pasado, y a diferencia de las anteriores, en las que apenas acudían trescientas o cuatrocientas personas, mayoritariamente mujeres, fue multitudinaria. Más de 200.000 asistentes según la Delegación del Gobierno, sobre todo mujeres, pero también niñas, niños y hombres.

En Lima no han facilitado datos oficiales de participación, la organización habla de 19.000 personas. Aunque nada comparable con Valencia o Madrid (más de 350.000 personas) sí mucha gente, por lo que me habían dicho, más de la que yo esperaba. Igualmente, sobre todo mujeres, pero también niñas, niños y hombres.

La pancarta de cabecera de la manifestación Valencia, que portaban mujeres de colectivos diversos (migrantes, minorías étnicas, etc.), cuyo lema costó casi una reunión asamblearia de la Coordinadora ampliada decidir: “Contra la barbarie, lucha feminista”, aludía claramente al momento político del Estado español, con elecciones generales, autonómicas y locales a la vista y la regresión de los derechos de las mujeres que puede suponer la victoria de las derechas del Partido Popular, Ciudadanos y Vox.

En Lima el lema de la pancarta de cabecera: “Mujeres libres de violencia por igualdad de género y paridad”, obedecía a lugares comunes para mujeres en prácticamente todo el mundo, la violencia contra las mujeres y la situación de desigualdad.

Las pancartas, carteles y canciones, además de identificar a la diversidad de grupos, organizaciones o colectivos de mujeres participantes en España (migrantes, minorías étnicas, mujeres con diversidad funcional y/o intelectual, etc.) y Lima (afrodescendientes, indígenas; mujeres con diversidad funcional, sindicatos y partidos…) recogían las principales preocupaciones del feminismo y de las mujeres. Se podrían agrupar en: violencia contra las mujeres, derechos sexuales y reproductivos, educación, mercantilización del cuerpo de las mujeres, trabajo remunerado y no remunerado y lucha feminista.

En ambas movilizaciones algunos carteles eran portados por niñas y niños. Así, el de una niña en Lima decía: “Yo marcho hoy, para que mañana no marchen por mí”. Otro de un niño: “Hoy marcho porque quiero viva a mi mamá, tías, primas, amigas, a todas las mujeres, quiero crecer sin que me falte ninguna”. Por su parte, en los de unas niñas en Valencia se podía leer: “Fora el masclisme, fora la por, les dones també tinguem cor”1; ¿Qué las niñas no podemos hacer qué?”; “Hui lluite pels meus drets de demà”2.

Respecto a la violencia contra las mujeres, algunos carteles en Lima aludían al tratamiento que del tema hacen los medios de comunicación: “No fue un crimen pasional, fue un acto patriarcal”; “No están pérdidas, están desaparecidas”. Siguiendo con el tema de la violencia, también se podían ver carteles con los siguientes argumentos: “Marcho porque estoy viva, pero no sé hasta cuándo”; “No nací mujer para morir por serlo”; “No soy histérica ni estoy menstruando, grito porque nos están matando”; “Quiero sentirme libre, no valiente”.

Al otro lado del mar, en Valencia los lemas de los carteles y pancartas que hacían referencia a la violencia contra las mujeres no eran muy distintos y hacían alusión a los mismos temas: “No es no, si quieres más flexibilidad apúntate a yoga”; “El silencio estimula al verdugo”; “Seriamos más si no las hubierais matado”; “El machismo mata”; “Doblemente violada, una vez fue el agresor y otra quien lo ampara”; “Luchamos hoy para no morir mañana”. De hecho, algunos de los lemas: “Quiero ser libre, no valiente”, son idénticos en ambas movilizaciones.

Otra de las importantes preocupaciones de las peruanas son los derechos sexuales y reproductivos, en este sentido se repetían las siguientes cuestiones: “Negar la educación en derechos sexuales y derechos reproductivos también es violencia”; “Penalizar el aborto también es violencia”; “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”; “Ni puta por coger, ni madre sin querer”. Conscientes de la situación legal de los derechos sexuales y reproductivos, desde la manifestación de Valencia se reclamaba: “Aborto legal para Latinoamérica”.

Otro de los temas de máxima atención es la educación, así desde Lima señalaban la necesidad de: “Educación con igualdad ahora”; “Las mujeres exigimos el enfoque de género”. En este mismo sentido, desde Valencia, se apuntaba: “La profe luchando, también está enseñando”; “Educar en feminismo es educar en futuro”; “Lo contrario a feminismo es ignorancia”; “Educación feminista”; “El machismo una enfermedad de transmisión social y su cura está en la educación”.

Las peruanas, por su parte, también se pronunciaron respecto a uno de los temas polémicos: la prostitución, señalando:“Si hay prostitución no hay liberación”, “Nuestros cuerpos no son mercancía”. Respecto a la mercantilización del cuerpo de las mujeres, en España se añadía el tema de los vientres de alquiler o maternidad subrogada:“Abolición de la prostitución y contra los vientres de alquiler”; “No nací para tu consumo”.

Así mismo, tanto en Lima como en Valencia se incidían tanto en el tema del trabajo remunerado, no remunerado y el salario de las mujeres; así las peruanas decían:“Salario digno para el trabajo de cuidado en tu casa y en casa de otros”. Por su parte, desde Valencia se apuntaba: “Igualdad laboral real”; “La lavadora no se pone sola”; “Quan les dones s´aturem, el mon s´atura”3; “Igual trabajo, igual salario”; “De los cuidados del hogar, hasta el coño y más allá”.

Y finalmente lemas relativos a la lucha feminista. Así, los carteles y pancartas de Lima señalaban: “Estas son, aquí están las que siempre lucharan”; “No soy libre mientras otra mujer sea prisionera, aun cuando sus cadenas no sean distintas de las mías”; “8 de marzo huelga de mujeres, vivan las mujeres”; “No somos histéricas, somos históricas”;

“Somos las nietas de las esclavas que no pudisteis matar”. Este mismo asunto era señalado desde Valencia con una variante: “Somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar”. A lo que añadían: “Lo contrario a feminismo es ignorancia”; “Sembraremos rebeldía hasta cosechar igualdad”; “Nunca tendrán la comodidad de nuestro silencio”; ·”Un home de veritat no te por a la Igualtat4”; “Vives, lliures i combatives”5; “El machismo me da patriarcadas”; “Prou de cultura patriarcal6”; “Nos quitaron tanto que acabaron quitándonos el miedo”; “Saca tu rosario de dentro de mis ovarios”; “Ni un paso atrás”; “Si vuelve la edad media, estoy de lado de las brujas”; “Los derechos no se negocian”; “Respeta mi existencia o aguanta mi resistencia”. En este sentido, otro lema era idéntico en las movilizaciones de los dos territorios: “abajo el patriarcado que va a caer, arriba el feminismo que va a vencer”.

Respecto a las canciones, en Lima también hacía alusión a los temas señalados. Así respecto a la violencia: “No es no, he dicho que no, que parte no entendiste la n o la o”; “Señor, señora, no sea indiferente se mata a las mujeres en la cara de la gente”. En cuanto a la interrupción voluntaria del embarazo: “Aborto sí, aborto no, esto lo decido yo”. En alusión a la lucha feminista se cantaba repetidamente: “Ahora que estamos juntas, ahora que sí nos ven, abajo el patriarcado que va a caer, que va a caer, arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer”. En Valencia en relación a la violencia se cantó la clásica: “Si ens toquen a una, ens toquen a totes7”. Respecto al pronunciamiento del líder del partido Popular tras manifestar su deseo de cambiar la ley de plazos por otra mucho más regresiva de supuestos: “Pablo Casado, te habría abortado”. Finalmente en cuanto a la lucha feministas: “Que vote, vote, machista quien no vote”.

La amplitud generacional y la diversidad de las mujeres ha llenado las calles: blancas, negras, de diferentes etnias, con diversidad sexual, racial, funcional y/o intelectual, sordas, indígenas, migrantes, de distintas clases sociales… Como se leía en una pancarta de mujeres migrantes en Valencia: “El movimiento feminista es inclusivo”, ha sabido incorporar en su lucha a todas las mujeres. En ambos lados, como en otras ciudades de todo el mundo, juntas contra el patriarcado luchando por nuestros derechos.

Respecto a las personalidades, en la manifestación de Valencia estaban presentes, entre otras, el Presidente de la Generalitat Valenciana Ximo Puig y la Vicepresidenta Mónica Oltra (en Madrid la vicepresidenta del gobierno y responsable de Igualdad Carmen Calvo); así como, el alcalde de Valencia Joan Ribó. En Valencia se realizó un reconocimiento a la feminista valenciana Carmen Alborch. Ximo Puig, afirmó que: Hoy es un día para decir bien fuerte que no queremos un mundo desigual» y que: «Estamos aquí juntas y juntos para decir bien fuerte que la desigualdad afecta al corazón de la democracia, sin igualdad no hay democracia». Por su parte, Joan Ribó, destacó que València: «Masivamente se está manifestando por los derechos de las mujeres». Por su parte, Mónica Oltra ha manifestado el 8 de Marzo de 2019 para reivindicar: «Un mundo igualitario, un mundo donde hombres y mujeres vivamos en relación de igualdad, tanto en el ámbito público como privado» y que: «Queremos relaciones igualitarias a todos los niveles», también ha hecho hincapié en que: «No hay ni una sola razón para no estar aquí. Las mujeres hemos dicho que sin nosotras el mundo se para».

En la movilización de Lima estuvo presente la ministra de Desarrollo e Inclusión Social Liliana la Rosa, quien remarcó que: “Todos los peruanos están llamados a cambiar la cultura machista” y que: “Necesitamos una sociedad igualitaria, sumemos todos por un Perú distinto y que es una noche de conmemoración de todas las mujeres que luchan por la igualdad”. Así mismo precisó que: “El gobierno está redoblando esfuerzos en todos los programas sociales para combatir la ola de feminicidios”. También acudieron a la movilización las congresistas Marisa Glave, Indira Huilca y la excandidata presidencial Verónica Mendoza.

Finalmente y respecto a los manifiestos, el de marcha de Lima empezaba con el tema más brutal de la desigualdad, los asesinatos de mujeres: “Nos están matando, ya son 30 mujeres víctimas de feminicidios este año, el año fueron 149 y se presentaron, al menos, 304 tentativas de feminicidios. “Canto a la Vida” denuncia que cada 48 horas es asesinada una mujer por querer terminar una relación violenta o no querer retomarla, por querer ejercer su autonomía.

Por ello, demandaban al Ejecutivo que implemente todas las medidas anunciadas por el Presidente Martín Vizcarra para terminar con la violencia contra las mujeres, fortaleciendo el sistema nacional que creó la Ley N° 30364 para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar. Las mujeres limeñas exigen también que el Ejecutivo apruebe de una vez la política nacional de igualdad de género y que supervise su cumplimiento y no judicialice la política educativa. Así, manifestaron que: “Rechazamos las posiciones conservadoras y fundamentalistas que fomentan el odio, la violencia contra las mujeres y que cuestionan el enfoque de género en el Currículo Nacional”. Asimismo, expresaron su preocupación sobre la precarización del trabajo femenino y por la discriminación y racismo contra las mujeres.

La paridad también está entre las exigencias principales del manifiesto limeño. Así señalan, que: “Siendo más del 50% de la población peruana, estamos sub representadas en los espacios donde se toman decisiones”, con la demanda de: “Somos la mitad queremos paridad y sin acoso político, como nueva barrera para el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres”. Así mismo, exigen la más drástica sanción contra los congresistas acusados de acoso sexual, en el marco de la ley.

Por su parte el manifiesto de Valencia también empieza señalando las discriminaciones y violencias que sufrimos las mujeres. Respecto al ámbito laboral, se exige empleos, salarios y pensiones dignas; así como, permisos por nacimiento iguales e intransferibles. Se señalan las discriminaciones y violencias en el ámbito laboral, las brechas de género: en los salarios y las pensiones. Así mismo, denuncia que ser mujer es la principal causa de pobreza.

En educación el manifiesto de Valencia exige una formación emancipadora para todos los seres humanos, una educación que no invisibilice a las mujeres, una educación en valores, donde la coeducación y la educación afectivo-sexual formen personas para un mundo de iguales en derechos y respeto, sin estereotipos de género ni dogmas misóginos. Una educación pública, laica y feminista, libre de valores hetero-patriarcales.

Desde Valencia se exige que paren los feminicidios y la justicia patriarcal que condena a las mujeres a ser doblemente víctimas. Así, exigen basta a la alianza criminal entre patriarcado y capital, que quiere a las mujeres empobrecidas, dóciles, calladas y sumisas y pone precio a sus cuerpos. Se exigen leyes que contemplen todas las formas de violencia contra las mujeres, formación obligatoria en perspectiva de género en el poder judicial, en los cuerpos y fuerzas de seguridad y en las administraciones públicas. Pero también, que los feminicidios sean un problema de Estado y que los Pactos de Estado contra la violencia de género se doten de los recursos suficientes y se cumplan íntegramente.

Por su parte, las mujeres migrantes en Valencia exigen que se reconozca la aportación económica, social y cultural que hacen a la sociedad de acogida y que su voz sea escuchada. Denuncian la ley de extranjería como racismo institucional y exigen el cierre inmediato de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIES). Así mismo, denuncian que la Unión Europea no asuma sus obligaciones y que dificulte el acceso al refugio vulnerando los Derechos Humanos.

Actualmente, el feminismo es el uno de los pocos movimientos capaces de hacer salir a miles de personas a la calle en todo el mundo, su lucha por la igualdad y contra la violencia hacia las mujeres hace historia. De histórica ha sido calificada la jornada del 8 de marzo de 2019 en España por la prensa internacional. Histórico es el grito unánime y masivo de las mujeres latinoamericanas contra la violencia y el machismo; así como, su participación masiva en las marchas feministas.

Visca, visca, visca, la lluita feminista!!!

Lima, 10 de abril de 2019


1 Fuera el machismo, fuera el miedo, las mujeres también tenemos corazón.
2 Hoy lucho por mis derechos de mañana.
3 Cuando las mujeres nos paramos el mundo se para.
4 Un hombre de verdad no tiene miedo a la igualdad.
5 Vivas, libres y combativas.
6 Basta de cultura patriarcal.
7 Si nos tocan a una, nos tocan a todas.